_ ¿Cómo es que con todo lo que ha
pasado en el mundo, te tomas a las personas con tanta ligereza? _ Le preguntó
Karen a Roger, que bebía agua de un pequeño pote.
_ ¿Qué quieres decir con eso?
_ Allá en la estación de servicio
no te maté porque creí que venías con un grupo. De no haberlo creído te hubiese
disparado sin pensarlo dos veces; y en vez de matarme cuando tuviste la
oportunidad, me forzaste a hacer un trato y me perdonaste la vida. Éste chico
alertó a una horda de infectados intencionalmente para que nos comieran vivos y
aún después nos apuntó con un arma; no sé si haya matado a una persona en el
pasado, pero creo que fuimos afortunados de que el arma estuviera vacía. Y tú, en
vez de dejar que le disparara, intercediste por él. Ahora, lo que no sé es si
en realidad eres muy ingenuo o te tomas muy en serio lo de mantener al enemigo
cerca.
_ Creo en las segundas
oportunidades _ respondió sentándose en el mueble que estaba frente al sofá en
el que se encontraba Karen _ y hasta ahora es por eso que seguimos con vida. Si
te hubiera dejado matar a Dave ¿Crees que hubiésemos logrado escapar de esas
cosas?... ¿Qué me dices de ti? Parece que te esfuerzas por reducir el número de
vivos.
Karen se mostró turbada por la pregunta,
desvió la mirada y respiró profundo. Se levantó del sofá y le dio la espalda a
Roger para tomar su mochila, luego se volvió a él y lo miró fijamente.
_ Un día le darás una segunda
oportunidad a la persona equivocada _ esbozó una sonrisa _ prometo que ese día
no dejaré de decir: te lo dije.
Dave, que estaba en una de las
habitaciones mientras Roger y Karen hablaban, entró a la sala con la mirada
perdida y como aquél que se encuentra resignado ante una situación.
_ Lo estuve pensando, Roger _ dijo
_ creo que no hay mejor opción que aceptar tu oferta. Pero… _ se mostró inseguro
_ yo quisiera… me preguntaba si… tal vez mi hermana y yo podamos ir con ustedes
hasta Serenity.
Roger miró a Karen y ésta le
devolvió un gesto de indiferencia mientras abría una bolsa de chucherías que
sacó de la mochila.
_ No hay problema, iremos todos.
Pero primero debemos llegar a la entrada del pueblo sin que los infectados nos
vean.
_ Puede que todavía estén
rondando por las cercanías de la dulcería, pero conozco algunas calles que
podríamos tomar para rodearlos… con suerte no nos encontraremos con uno de
ellos.
Así lo convinieron, tomaron sus
mochilas ya repletas de provisiones, cargaron las armas de fuego (incluyendo la
de Dave) y cada uno llevó algún objeto afilado para defenderse sin hacer mucho
ruido; Karen continuó con su cuchillo, Roger y Dave tomaron picas improvisadas
con palos de escoba y cuchillos (cubiertos) adheridos con cinta.
Entonces se pusieron en marcha.
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