Historias

ZombieBus - Camino del Este (II)

               

 _ Aun así, Serena no es un lugar al que piense arriesgarme a entrar.

                _ ¿Y qué propones, dirigirnos al Sur? Ninguna resistencia militar logró contener el brote. Ninguna zona de cuarentena se mantuvo de pie por más de una semana y todo lo que alguna vez tuvo una vida en ese lugar ha desaparecido.

                _ No suena diferente de Serena.

                _ Pero lo es _ respondió Roger casi de inmediato _ Existe una probabilidad más allá de Serena. No me importa si es un rumor o el delirio de un moribundo. No sé nada del Norte y mucho menos del Oeste. Disculpa si quiero optar por la esperanza más cercana.

                Karen se mostró un poco afectada, muy dentro de ella sabía que había mucha lógica en las palabras de Roger. Pensó que regresar a aquel lugar era lo último que quería hacer mientras aún seguía respirando, pero sabía que tendría más oportunidad de sobrevivir si se mantenía dentro del autobús. Cabizbaja, Karen se sentó en uno de los asientos que dan a la ventana y sostuvo una mirada perdida.

                _ Bien _ dijo, luego miro a Roger con severidad _ pero ten en cuenta que yo no juego a ser la heroína.

                _ Lo entiendo _ Roger tomó una pistola de una de las bolsas de armas y se la extendió a Karen _ No vendría mal que estés armada en caso de que haya un problema.

                Karen lo miró y esbozó una sonrisa antes de decir _ Prefiero llevar el cuchillo si no te importa.

                Roger no se atrevió a contradecir su elección de armas, así que le entregó el cuchillo que él llevaba. Luego, tomó el asiento del conductor y puso el autobús en marcha.

                _ El primer pueblo que está antes de Serena queda a unos pocos kilómetros de aquí _ hablaba en voz alta por el ruido del motor y la ligera distancia que lo separaba de Karen _ Según el mapa, hay tres pueblos cercanos a la vía, son los que vamos a visitar para abastecernos los suficiente.

                Karen no respondió, se limitó a colocarse la capucha y reclinarse en el asiento. Roger encendió el radio y una canción que había quedado a media reproducción empezó a sonar.

…bra ofrece su mano
Al abismo te puede llevar
Cuando una sombra ofrece su mano
Del abismo te puede salvar…


                _ Lo que faltaba _ dijo Karen.

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